La celulitis o “piel de naranja” es una alteración que afecta al tejido adiposo, produciendo los tan temidos y odiosos “hoyitos” en la piel.Es un problema que afecta al 90% de las mujeres desde la adolescencia y pocas veces aparece en los hombres.
Se produce por la acumulación de grasas, agua, toxinas... endureciendo en un principio la piel y con la consiguiente aparición de estrías para posteriormente, si no se pone remedio a la situación, ir perdiendo el tono muscular y apareciendo la flacidez.
Sus causas son muy variadas, desde desequilibrios hormonales, mala alimentación, dietas ricas en grasas, falta de ejercicio…
Tipos de celulitis
Aunque denominamos genéricamente “celulitis”, profesionalmente se distinguen varios tipos de celulitis.
Su identificación es fundamental para poder realizar posteriormente el tratamiento mas adecuado a la necesidad del cliente.
Celulitis Generalizada.-
Se suele referir a las personas generalmente obesas, que han seguido unas pautas de alimentación erróneas con falta de ejercicio.
Con el tiempo estas pautas se han convertido en costumbre agravando la situación.
Celulitis Regional.-
Localizada en glúteos, cadera y muslos es la más frecuente.
Celulitis Localizada.-
Afecta a zonas como cuello, brazos, abdomen, tobillos, cara... causadas por trastornos específicos.
Todas ellas originan pautas dolorosas en más o menos medida, dependiendo en el grado de desarrollo en el que se encuentren.
Este tipo de celulitis aparece en la pubertad y en mujeres entre los 16 y 20 años, máximo hasta los 35.
Tipos de desarrollo
La celulitis la podemos clasificar en niveles de desarrollo, cuando colocamos las manos en la zona afectada y la unimos con fuerza.
Observamos la granulosidad de la piel y las arrugas que forman, a partir de aquí podemos definir los diferentes estadios en la que se encuentra la celulitis instaurada.
Celulitis dura o acentuada.-
Este tipo de celulitis es más propensa a verse en deportistas o personas con tejidos firmes y fibrosos y en mujeres que no son necesariamente obesas.
Celulitis de inicio, la piel aparece endurecida y consistente, es dolorosa.
Es fácil de reconocerla, ya que es difícil de pellizcar.
La piel esta sometida a tanta presión que suele rasgar sus fibras, provocando estrías.
Celulitis blanda o flácida.-
Es típica de las personas sedentarias o de aquellas que realizaron anteriormente deporte y ya no lo practican o personas sometidas a dietas drásticas constantemente.
A partir de los 40 años es el proceso a seguir de la celulitis dura o acentuada si no se ha tratado con anterioridad, presentándose notablemente en la cara interna de los brazos y muslos, asociada a musculatura atrófica.
Es la más común de todas.
La piel no presenta consistencia, se hunde con facilidad al tocarla y se mueve con los cambios posturales.
Celulitis edematosa.-
Se localiza en las extremidades inferiores
Se debe a una insuficiencia circulatoria venosa y linfática.
Las piernas adquieren una consistencia de “pierna en columna”.
En ellas se observa las características de la celulitis dura y flácida, es la menos frecuente pero la mas fácil de tratar.
Debemos tener en cuenta, que la celulitis no es solamente un problema estético si no una alteración de la salud, pudiendo llegar a ser realmente importante, pues afecta a la permeabilidad de los tejidos y su implicación con problemas circulatorios y linfáticos, sobre todo en las piernas.
Por lo que es importante realizar tratamientos y adoptar pautas saludables.
La Celulitis
Debajo de la piel, la dermis y la epidermis, se encuentra la hipodermis, también conocida como capa subcutánea, la capa mas profunda, compuesta de células grasas que protegen el sistema nervioso, circulatorio y linfático.
El sistema linfático es el que se encarga de la autolimpieza de la piel eliminando los residuos tóxicos
Ayuda a conservar la temperatura corporal, proporciona la forma al contorno corporal y da movilidad a la piel.
Su grosor varía dependiendo las diferentes partes del cuerpo.
Aquí, en esta capa de la piel es donde se instaura la celulitis.
De aquí a que su alteración deforme el entorno corporal, la movilidad de nuestra piel y la alteración de la regulación térmica, a la vez que produce alteración en el sistema circulatorio y linfático.
De aquí la importancia no solo estética si no también de nuestra salud.
En las mujeres las grasas están agrupadas verticalmente, por lo que permite la acumulación de mas grasa.
Sin embargo la disposición masculina es diferente, están agrupadas en diagonal y son mas pequeñas por lo que al acumular menor grasa son menos propensos a padecer celulitis
Desarrollo de la celulitis
La celulitis no aparece de golpe, si no que es un proceso evolutivo y degenerativo si no se pone remedio.
Hay diferentes etapas
Primera fase:
Se ralentiza la circulación venosa y linfática, produciéndose una vasodilatación.
Segunda fase:
Debido a la vasodilatación, los vasos venosos y linfáticos se hacen permeables, por lo que el líquido sale al exterior.
Tercera fase:
El liquido que ha salido al exterior, se vuelve denso y espeso.
Las células adipositas crecen en tamaño por que no pueden eliminar las sustancias de desecho.
Esta hipertrofia da lugar al estallido del adiposito, volcando el contenido graso al exterior.
Cuarta fase:
Se genera una fibrosis, una red que encierra las células grasas, los vasos sanguíneos y los linfáticos, comprimiendo las terminaciones nerviosas, lo que produce dolor.
Quinta fase:
La evolución de la fibrosis genera macro nódulos dando lugar a la apariencia externa de la celulitis o "piel de naranja".
Factores desencadenantes
Los factores desencadenantes o agravantes de la celulitis pueden ser debidos a trastornos circulatorios, hormonales, genéticos…
Trastornos hormonales:
Es muy frecuente encontrar mujeres afectadas de celulitis en las extremidades inferiores causadas por trastornos hormonales o endocrinos.
Suelen coincidir o agravarse con determinadas etapas de la vida de la mujer, en la que la regulación de las hormonas es mas complicada.
• En la pubertad
• Menarquia
• Anticonceptivos
• Embarazos
• Pre y post- menopausia
Los altos niveles de estrógenos dan lugar a edemas o retencion de liquidos.
Factores neurovegetativos:
La celulitis suele afectar más alas mujeres con cierta fragilidad emotiva, que suelen presentar crisis de angustia, tendencia a la depresión…
Por lo que es importante evaluar a una persona con dichas características y averiguar si detrás de la demanda de un tratamiento estético, se encuentra algo más importante.
Factores genéticos:
No es raro encontrar entre las mujeres de una misma familia una disposición genética a desarrollar celulitis.
Al igual que unas determinadas poblaciones desarrollan un factor genético diferentes a otras.
Por ejemplo las mujeres latinas, tienen más tendencia a desarrollar caderas anchas y celulitis, mientras que las nórdicas suelen ser mas delgadas y con menos propensión a la celulitis.
Factores patológicos.
• Problemas de alteraciones hepáticas e insuficiencia renal.
Debido a la acumulación de desechos tóxicos y residuos.
• Insuficiencia venosa, varices y problemas locales circulatorios.
Otros factores desencadenantes.
• La obesidad relacionada con malos hábitos alimentarios, como poca ingesta de
líquidos, excesivo consumo de sal, falta de fibra y excesiva ingesta de grasas entre otros
• El consumo de alcohol y tabaco y cualquier habito toxico por los efectos que
producen en el sistema circulatorio y nervioso.
• La falta de ejercicio o el sedentarismo
• El stress y las tensiones acumuladas dificultan la circulación evitando el desecho
de toxinas.
• Vestimenta poco adecuada, como prendas muy ajustadas o tacones muy altos.
• Posiciones fatigantes o permanecer mucho tiempo de pie o sentado.
• Posiciones fatigantes o permanecer mucho tiempo de pie o sentado.
• Utilización de tratamientos inadecuados.
